Seguramente has notado que la mayoría de las personas tiene el hábito de bañarse diario pues suele estar relacionado con una buena salud e higiene. Sin embargo, hacerlo seguido puede dañar la piel.
La historia ha revelado que las duchas diarias son relativamente recientes ya que hace cien años bañarse una vez a la semana el considerado lo “normal”.
Un estudio realizado en la Universidad de California, San Diego, por el doctor Rihard Gallo, obtuvo que bañarse diario puede llegar a ser dañino, ya que elimina a las llamadas bacterias benéficas del cuerpo, las cuales son utilizadas para combatir infecciones. Además, secarse con la toalla representa otro problema, ya que de la forma que suele hacerse, tallándose, lesiona a la piel.
La capa más externa de la piel se llama capa córnea, ésta se compone de una barrera de células que protegen a las demás capas de la dermis. Se mantiene unida por compuestos grasos que ayudan a mantener a la piel humectada.
Cuando una persona se baña, utiliza jabón y zacate, esto daña la capa córnea ya que ambos elementos disuelven las grasas de la superficie y al tallarse se desprenden las células. Entre más continuo se realiza este proceso, mayor es el deterioro de la piel y menor es el tiempo que se la da para su regeneración gracias a los aceites naturales que produce nuestro cuerpo.
Entonces, como resultado de los baños excesivos puede ser una piel irritada y seca.
Cabe mencionar que este resultado puede variar dependiendo de cada persona. Por ello, el experto recomienda que, si no crees poder cambiar este hábito, lo mejor es utilizar jabones suaves, agua tibia, aplicar crema humectante después del baño, así como realizar el secado con una toalla tersa y con palmaditas leves. Y en caso de ser alguien que no realice mucha actividad física durante el día, lo más recomendable es saltarse el baño de vez en cuando.