El 19 de noviembre de 1984 una explosión en el valle de San Juanico, Estado de México, acabó con la vida de 500 personas aproximadamente. Este accidente es recordado como una de las mayores tragedias del país.
Eran alrededor de las 5:35 de la mañana cuando los vecinos de la colonia San Juan Ixhuatepec, en el municipio de Tlalnepantla, fueron despertados por la explosión originada en un almacén de gas LP de Pemex, muy cercano a la zona.
Otras colonias que componen el Valle de San Juanico y que tuvieron afectaciones catastróficas fueron El Arenal, La Presa, El Copal, Lázaro Cárdenas, primera, segunda y tercera secciones; Constitución de 1917, San José, La Laguna, Unidad Habitacional CTM, El Risco-CTM, San José de Los Lavaderos, Urbana, Ticomán y Montañista.
Los más próximos a la instalación murieron casi de inmediato, calcinados o desmembrados por la fuerza de la onda expansiva. Otros aplastados por los derrumbes de las casas y los más desafortunados pasaron varios minutos quemándose hasta quedar desintegrados.
Un día antes, el 18 de noviembre, ya había ocurrido una fuga de gas, pero no tan alarmante como lo que ocurrió después.
Las llamas alcanzaron los 600 metros de alto, la columna de humo y las brazas eran visibles desde muy lejos. El estallido se escuchó varios kilómetros a la redonda y las ventanas estallaron en las colonias aledañas.
La explosión se originó en un tanque contenedor que almacenaba millones de litros de gas LP, había cinco de estos y en total explotaron 3.
Cuando estalló el segundo tanque, alrededor de las 8:30 de la mañana comenzó lo peor. La gente aún no lograba salir de la zona y este segundo incidente borró por completo las esperanzas de sobrevivir para muchos.
En total, el número de muertos se estimó en 498, de acuerdo con las autoridades, pero vecinos y rescatistas aseguran que fueron muchos más.
De los heridos se sabe que hubo más de 4 mil 200. Muchos de ellos fueron llevados por ambulancias y camiones de la extinta Ruta 100 a la plancha de la Basílica de Guadalupe, debido a que los hospitales no tenían capacidad para atender a tantas personas.
Fotógrafos de la época que lograron llegar al lugar capturaron la forma en que varios pobladores intentaron escapar, algunos con sus hijos en brazos, pero quedaron a media calle, derretidos por el calor.
El fuego duró más de 24 horas, varios bomberos resultaron intoxicados. El ejército vigilaba la zona del desastre y a pesar de la tragedia hubo personas que cometieron actos de rapiña en los hogares desalojados y destruidos.
El presidente Miguel de la Madrid y el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo González no fueron a San Juanico hasta la noche del 20 de noviembre, a prensa y los pobladores se lo recriminaron por varios meses.
A la fecha, existen grupos de sobrevivientes que consideran que no se actuó con justicia en la búsqueda de los responsables y que no hubo claridad en el recuento de los daños ni en la reparación de los mismos.