¿Te imaginas pagar cerca de mil 800 pesos por una taza de café? Eso es lo que cuesta, aproximadamente, el café orgánico más fino y caro del mundo.
Lo curioso de este producto es que la mano del hombre casi no participa en su producción, sino que se obtiene de la digestión de las civetas (un animal mamífero parecido al mapache o la comadreja).
El llamado café de civeta es producido en Indonesia y beber una taza es un verdadero lujo. Éste, no tiene un origen agradable pero el resultado, según los amantes del café, es maravilloso.
Explicado con más claridad, el grano que se utiliza para producir la bebida es procesado en el aparato digestivo de estos animales, por ello, su base alimenticia es el fruto maduro de los cafetales.
Las semillas son expulsadas entre las heces de los mamíferos, se recolectan manualmente, se seleccionan, se lavan perfectamente y al final son tostadas (como cualquier otro tipo de café).
Según los productores, los jugos gástricos de la civeta son los que se encargan de fermentar el grano provocando que lo amargo del sabor baje y se vuelva más dulce.
Desgraciadamente, la producción del café más caro del mundo atenta contra la integridad y bienestar de las civetas.
En una entrevista para el sitio web, Sin Embargo, Jason Muir, integrante de la organización World Animal Protection (WAP), explicó que estos mamíferos producen las semillas de café en condiciones naturales, pero en muy pocas cantidades porque su alimentación no sólo se basa en el fruto de los cafetales, sino también incluye ratones, insectos y frutas como: plátanos, mangos y moras.
“Cuando son atrapadas y enjauladas, se les alimenta solo de granos de café, lo que les causa desnutrición”, expresó Muir.
Además, comentó que las civetas son mantenidas en cautiverio, comúnmente en jaulas de hierro, que, les restringen el movimiento, lastiman sus patas y resultan incómodas, razón por la que desarrollan un estrés y dolor continuo que les acorta su tiempo de vida.
A esto se le añade que la mayoría de los productores de tan caro café no saben cuidar de la especie, lo cual deriva provoca enfermedades en estos mamíferos aumentando así la tasa de mortalidad.
Por ello, la organización WAP pide a las personas mediante su página web, evitar comprar el café de civeta y mejor optar por un café producido naturalmente, el cual será mejor que cualquiera que haya sido generado bajo el esquema de maltrato animal.
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